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Criaturas nuevas en Cristo

En el corazón de Cristo, un lienzo en blanco, somos, nuevas criaturas nacidas. La esencia de lo viejo, en Su gracia, dejamos, por un futuro prometedor, por Su amor renovamos. Como la mariposa que surge de la crisálida gris, en Cristo transformados, un camino hacia la luz elegimos. Las cadenas del pecado se rompen, ya no existen más, la redención en Su sangre, una nueva vida nos da. Un canto surge del corazón, en aleluya y alabanza, un eco vibrante de la promesa, en la eternidad alcanza. No somos ya lo que fuimos sin Cristo, somos nuevas criaturas, la oscuridad la traspasamos. La fe en Él es semilla, germina en nuestros corazones, traspasa todas las barreras, rompe viejas prisiones. La luz de Su amor nos guía, la esperanza nos fortalece, nuestra identidad se halla en Él, quien nos conoce y reconoce. De raíces profundas y fuertes, crece el árbol de la vida, en su sombra hallamos refugio, de la tormenta despedida. Como criaturas nuevas, en el agua de Su palabra, nos sumergimos, en el nomb...

Milagro en el mar

Caminó Jesús sobre el azul mar, en la sombra de la noche, sin temor a naufragar. Sus pies descalzos en la espuma danzaban, un milagro silente, las olas asombraban. Bajo un cielo tachonado de estrellas brillantes, Jesús avanzaba, inmutable ante los mares rugientes. El viento soplaba, y las olas se arremolinaban, más él, sosegado, su senda no abandonaba. "¡Mirad!", exclamó Pedro, la incredulidad en su voz, "El Maestro sobre las aguas, qué divino alboroto nos provocó". Con los ojos desorbitados y el corazón en la boca, observaban sus discípulos este milagro que aflora. La fe y la duda en sus mentes chocaban, mientras el Hijo del Hombre el agua hollaba. Unas palabras suaves de Jesús resonaban, "Tempestades y tormentas, en mi nombre, calmadas". Sobre el mar caminó, con amor y con gracia, un sendero de luz bajo la luna, su pista. Sus huellas en la espuma, efímeras y puras, un eco divino de promesas seguras. Oh, caminante de mares, faro en la negrura, tu andar so...

La vida del hombre es como una flor

La vida del hombre es como una flor: cuando sale del vientre de su madre es cómo un botón de rosa, que al abrirse irá creciendo poco a poco hasta alcanzar su máximo florecimiento. Porque, al igual que la flor, el día es como la vida del hombre, tiene un amanecer que es su niñez, y una juventud que es la mañana, que lo conduce al mediodía, que es como la plenitud de su vida. Luego, al llegar la tarde, conforme va pasando el día, su aspecto va decayendo poco a poco para luego marchitarse y esperar que la noche llegué para partir... La vida del hombre,  cómo dicen por ahí es flor de un día...

Las manos

¿Qué son las manos en realidad? ¿Acaso es la voz secreta del corazón? Porque con ellas algunas veces, las cruzamos para pedir perdón sin decir una palabra. O son las manos: el lenguaje de los enamorados para hablar de su amor con caricias… Asimismo con las manos se despide a un amigo diciendo: “adiós”. Y al mismo tiempo se dejan caer de regocijo por su ida o de tristeza por su partida. También , con las manos el músico interpreta la melodía que hace vibrar el corazón, ya sea de tristeza o de alegría o de despecho y agonía.   Pero con las manos muchas veces se clava un puñal o se abofetea un rostro por una traición. Y hasta se puede abrir una puerta que nos lleva al camino de la perdición.        Incluso con las manos se escribe muchas veces una carta para decir adiós, o se firma una sentencia para una separación o se hace una conciliación.   ¿Qué son las manos? Acaso es la voz secreta del corazón… ...

Esa fui yo

Esa que bebía todo el día hasta sacarle el diablo a las botellas, y que se veía en un espejo y se reía de sí misma, ¡esa fui yo!   Esa que se escondía en las sombras de su casa, y veía pasar el día con una copa en su mano, ¡esa fui yo!   Esa que dormía horas de horas todo el día y tomaba barbitúricos, y no tenía control de nada ni del tiempo, ¡esa fui yo!   Esa que iba a la consulta del siquiatra solo para hablar de depresión y tener una prescripción legal de drogas, ¡esa fui yo!   Esa que esperaba un milagro para salir de la inmundicia y buscaba la pericia, ¡esa fui yo! Comentario del poema: Las mujeres alcohólicas prefieren esconderse del mundo para tomar, como por ejemplo en su casa. Todo esto, con el propósito de no ir a un bar para tomar a solas y ser criticadas.    

Una vida sin Dios

Una vida sin Dios, es como una rama seca, arrastrada por el viento sin destino que no da fruto. Es un árbol que no da sombra. Es una luz apagada que no se puede encender. Una vida sin Dios, camina en la oscuridad del tiempo buscando que llegue la muerte para olvidar su dolor. Pero cuando Dios toca la vida del hombre, la brújula de la Palabra  lo conduce al norte de la verdad. Y como un diamante en bruto las Sagradas Escrituras lo van puliendo día a día con precisión para lograr su Salvación. Comentario del poema: Leyendo este versículo bíblico, me inspiré en este poema. Como dice la Palabra de Dios (Juan 15:5), separados de Él nada podemos hacer.

Poesía vivida

Poesía vivida, que yace escondida en el fondo de mi corazón para contar historias idas  que ya no volverán. Y otras que están perdidas en el fondo del mar de mi olvido, que no puedo recordar. La vida es una poesía, con notas tristes para cantar dolores, y letras felices para contar de amores. Poesía vivida fue la que tuvimos tú y yo un día, lejos del mundanal ruido en un momento escondido, que ya no volverá. Si no existiera vida,  ¡Entonces no podría haber poesía!