Esa fui yo
Esa que bebía todo el día hasta sacarle el diablo a las botellas, y que se veía en un espejo y se reía de sí misma, ¡esa fui yo! Esa que se escondía en las sombras de su casa, y veía pasar el día con una copa en su mano, ¡esa fui yo! Esa que dormía horas de horas todo el día y tomaba barbitúricos, y no tenía control de nada ni del tiempo, ¡esa fui yo! Esa que iba a la consulta del siquiatra solo para hablar de depresión y tener una prescripción legal de drogas, ¡esa fui yo! Esa que esperaba un milagro para salir de la inmundicia y buscaba la pericia, ¡esa fui yo! Comentario del poema: Las mujeres alcohólicas prefieren esconderse del mundo para tomar, como por ejemplo en su casa. Todo esto, con el propósito de no ir a un bar para tomar a solas y ser criticadas.