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Una vida sin Dios

Una vida sin Dios, es como una rama seca, arrastrada por el viento sin destino que no da fruto. Es un árbol que no da sombra. Es una luz apagada que no se puede encender. Una vida sin Dios, camina en la oscuridad del tiempo buscando que llegue la muerte para olvidar su dolor. Pero cuando Dios toca la vida del hombre, la brújula de la Palabra  lo conduce al norte de la verdad. Y como un diamante en bruto las Sagradas Escrituras lo van puliendo día a día con precisión para lograr su Salvación. Comentario del poema: Leyendo este versículo bíblico, me inspiré en este poema. Como dice la Palabra de Dios (Juan 15:5), separados de Él nada podemos hacer.

Poesía vivida

Poesía vivida, que yace escondida en el fondo de mi corazón para contar historias idas  que ya no volverán. Y otras que están perdidas en el fondo del mar de mi olvido, que no puedo recordar. La vida es una poesía, con notas tristes para cantar dolores, y letras felices para contar de amores. Poesía vivida fue la que tuvimos tú y yo un día, lejos del mundanal ruido en un momento escondido, que ya no volverá. Si no existiera vida,  ¡Entonces no podría haber poesía!

Cuando pase la pandemia

 Cuando pase la pandemia las aguas del recuerdo volverán a su cauce. Entonces, sabré si el río del olvido las ha consumado... Y siendo así en ese momento, ya la vida dejará su pausa.. Sabré si la distancia ha borrado tu amor, si la costumbre de estar separados ha ganado la batalla del encierro... Entonces para ese momento  nos parecerá extraño: abrazarnos y besarnos... porque la prisión (sin ser esclavos) en el tiempo, se volvió un va y ven  de rutinas aprendidas sin querer...

Metamorfosis

 Como una oruga que se convierte en mariposa, así quiero ser yo. Nací del vientre mi madre para ser feliz... Y me convertí en una larva... en un gusano... arrastrado por la cárcel del alcohol. Duele la vida... porque como  una larva encerrada en un universo de gusanos quería ser mariposa... En mis mudanzas de piel en lugar de buscar seguridad,  solo quería el peligro. Pero un día, porque la gracia de Dios  me alcanzó,  mi capullo empezó a tejerse hasta que poco a poco me fui transformando y pude ser libre y salir  al exterior. Espero, solo finalmente salir de la crisálida  para algún día dar  testimonio de mi vida. ¡Duele el cambio! ¡Duele la vida...! para una larva  encerrada en un capullo, que quiere ser mariposa. Comentario del poema: Cuando estamos encerrados en un abismo de alguna dependencia, solo soñamos con ser algún día libres, como las mariposas.

Querido amigo

 Querido amigo: eres esa luz que ilumina mi vida, ese sol que da calor en el invierno. Y esa dulzura,  que le da sabor a mi amargura. En los momentos tristes,  y en los momentos felices,  querido amigo: has estado ahí, como la sombra del mejor árbol en el verano. Tus palabras son respuestas  a mis enigmas. Eres un cielo, que en algún momento alcancé... Comentario sobre el poema: Todos en la vida, o casi todos hemos tenido un amigo muy especial.

Hay amores

Hay amores, que son como fotos grises: borrosas y rotas, y  que el pasado va consumiendo. Pero hay otros amores que son como lunares, que yacen en la piel: imborrables e inolvidables, como el tuyo y el mío,  que ni los dardos del olvido han podido alcanzar, ni las balas del tiempo han podido matar. Pero tu vas por un lado y yo por otro... porque eres como el mar lleno de corrientes ocultas que se vuelven olas en playas lejanas sin poder regresar. Comentario sobre el poema: Dedico este poema a los amores inolvidables.

Su Palabra

Cuán ciega estaba en mente, cuerpo y espíritu. Y como fresco manantial vino a mí Su Palabra.   Me dejé engañar por muchas voces que me llevaron por senderos oscuros y vacíos en un pasado lejano y sombrío.   En un mundo de ignorancia mi vida caminaba; me caía, me levantaba y renqueaba.   Como marioneta era mi vida, manejada por las banalidades del mundo...   Y vino a mí Su Palabra, viva, eterna y pura. Y como río que se había desbordado volví poco a poco a su cauce.   Y entonces pensé: ¡cuán sordos habían estado mis oídos! ¡cuán ciegos habían estado mis ojos! ¡cuán nublada estaba mi mente! y, sobre todo: ¡cuán duro estaba mi corazón!   No lo he logrado todo, pero lucho cada día por alcanzarlo.   Porque solo Su Palabra me da vida, y no me conduce a la muerte. Guía mis pasos, direcciona mi mente, ablanda mi corazón, y me da todas las razones para ser obediente.   No hay descanso ...