Milagro en el mar
Caminó Jesús sobre el azul mar, en la sombra de la noche, sin temor a naufragar. Sus pies descalzos en la espuma danzaban, un milagro silente, las olas asombraban. Bajo un cielo tachonado de estrellas brillantes, Jesús avanzaba, inmutable ante los mares rugientes. El viento soplaba, y las olas se arremolinaban, más él, sosegado, su senda no abandonaba. "¡Mirad!", exclamó Pedro, la incredulidad en su voz, "El Maestro sobre las aguas, qué divino alboroto nos provocó". Con los ojos desorbitados y el corazón en la boca, observaban sus discípulos este milagro que aflora. La fe y la duda en sus mentes chocaban, mientras el Hijo del Hombre el agua hollaba. Unas palabras suaves de Jesús resonaban, "Tempestades y tormentas, en mi nombre, calmadas". Sobre el mar caminó, con amor y con gracia, un sendero de luz bajo la luna, su pista. Sus huellas en la espuma, efímeras y puras, un eco divino de promesas seguras. Oh, caminante de mares, faro en la negrura, tu andar so...