13/06/2023

Criaturas nuevas en Cristo

En el corazón de Cristo, un lienzo en blanco, somos, nuevas criaturas nacidas. La esencia de lo viejo, en Su gracia, dejamos, por un futuro prometedor, por Su amor renovamos.

Como la mariposa que surge de la crisálida gris, en Cristo transformados, un camino hacia la luz elegimos. Las cadenas del pecado se rompen, ya no existen más, la redención en Su sangre, una nueva vida nos da.
Un canto surge del corazón, en aleluya y alabanza, un eco vibrante de la promesa, en la eternidad alcanza. No somos ya lo que fuimos sin Cristo, somos nuevas criaturas, la oscuridad la traspasamos.
La fe en Él es semilla, germina en nuestros corazones, traspasa todas las barreras, rompe viejas prisiones. La luz de Su amor nos guía, la esperanza nos fortalece, nuestra identidad se halla en Él, quien nos conoce y reconoce.
De raíces profundas y fuertes, crece el árbol de la vida, en su sombra hallamos refugio, de la tormenta despedida. Como criaturas nuevas, en el agua de Su palabra, nos sumergimos, en el nombre de Cristo, en gratitud, siempre vivimos.
Entonces, llevemos con orgullo esta divina herencia, alzando nuestras voces en amor, en perpetua reverencia. Porque en Cristo somos nuevas criaturas, radiantes y verdaderas, iluminando el mundo con Su luz, durante todas nuestras eras.

09/06/2023

Milagro en el mar

Caminó Jesús sobre el azul mar,
en la sombra de la noche, sin temor a naufragar.
Sus pies descalzos en la espuma danzaban,
un milagro silente, las olas asombraban.
Bajo un cielo tachonado de estrellas brillantes,
Jesús avanzaba, inmutable ante los mares rugientes.
El viento soplaba, y las olas se arremolinaban,
más él, sosegado, su senda no abandonaba.
"¡Mirad!", exclamó Pedro, la incredulidad en su voz,
"El Maestro sobre las aguas, qué divino alboroto nos provocó".
Con los ojos desorbitados y el corazón en la boca,
observaban sus discípulos este milagro que aflora.
La fe y la duda en sus mentes chocaban,
mientras el Hijo del Hombre el agua hollaba.
Unas palabras suaves de Jesús resonaban,
"Tempestades y tormentas, en mi nombre, calmadas".
Sobre el mar caminó, con amor y con gracia,
un sendero de luz bajo la luna, su pista.
Sus huellas en la espuma, efímeras y puras,
un eco divino de promesas seguras.
Oh, caminante de mares, faro en la negrura,
tu andar sobre las aguas es nuestra armadura.
Nos enseñaste a creer, a ver más allá de lo que vemos,
nos mostraste que el amor, es el mayor de los emblemas.
Un poema de fe, de un milagro antiguo,
una historia de amor, de Jesús y su abrigo.
Que sobre el agua y la oscuridad pueda caminar,
es el eco de su amor, siempre dispuesto a salvar.

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